Uno de los aspectos más interesantes de la obra Cien vistas del monte Fuji es quizás la propia serialidad, el reto de abordar una y otra vez un mismo tema o escenario, circundándolo, reinventándolo, ejercitando así una magnifica capacidad de observación, una mirada casi fotográfica capaz de sorprendernos continuamente con sus elecciones. Este sano ejerció de Hokusai, que con el tiempo pudo acabar convirtiéndose casi en una obsesión, invita a profundizar en la esencia de un elemento, construyendo una mirada poliédrica y compleja, y ha ejercido una gran influencia en múltiples artistas posteriores de muy diversa condición.
A este respecto, uno de los ejemplos más notables lo encontramos en un trabajo reciente del fotógrafo ruso Fyodor Telkov titulado 36 views. Claramente inspirada en la exitosa serie de estampas nishiki-e de Hokusai Treinta y seis vistas del monte Fuji, la obra gira en torno a dos montañas de residuos situadas en la ciudad minera de Degtyarsk. Esta pequeña población de 14000 habitantes tuvo antaño una exitosa empresa de explotación de cobre que dejo tras de sí un verdadero desastre ambiental, representado por estos montículos omnipresentes ubicados a las afueras de la localidad. Asoman siempre en el horizonte desde prácticamente cualquier ubicación, resaltando la devastadora decadencia del lugar. El juego referencial se plasma también en varias instantáneas que evocan algunas de las composiciones de Hokusai, combinando paisajes con situaciones cotidianas de lo más variado, reflejando distintas estaciones y empleando incluso alguno de sus más sonados trucos –el reflejo en el agua o la colocación de elementos que recuerdan la figura del monte–.
A pesar de la amenazadora presencia de estas cimas de deshechos, Telkov es capaz de extraer una mirada descarnada y poética, que recientemente le ha valido la obtención del premio Fotocanal promovido por la Comunidad de Madrid.
A continuación, podéis visualizar la serie completa: